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Todo acabó y no terminé llorando ni una sola lagrima, aunque lloré palabras hasta inundar el folio. Mi yo sintió un no se qué retorciendose de dolor. ¿Qué sería de mi vida sin tu sonrisa?
Acepté, superé la peor de las noticias, me quedé traspuesto y yo que seguía (o) amandote entre líneas.
Y que aún a los primeros días tu fuerte voz me gritara saturandome la cabeza, era sinfonía.
Nos marcó, me marcaste y sé que me querías y yo te quiero, apuesto que me amabas. Y yo, que sabía el cuanto y el como de tu amor me dejé llevar un infierno más, quizás un par de meses que se convirtieron en años. Quizás te llevaste todo mi ser y me convertí.
Arrepentido por el dolor me reconvertí, de error en error y tiro por que me toca es de lo que estoy hecho ahora.
Te dejo; escápate de mi mente ya, aunque siga deseando que te quedes en mi almohada.
Vampira con sabor a vino♤