sábado, 8 de diciembre de 2018

Entrada


Comenzó a invadirme la inspiración y las ganas de confesar -lemete- lo que nunca quiero admitir o por lo menos delante de él. Pues nadie tiene mejor espada de batalla que quien sabe toda la verdad de la realidad contada por el culpable o no.

Existían dos opciones para dar importancia, la más simple y obvia o la más vulnerable sin sentido. Mi yo deseaba que saliera elegida la más sencilla de explicar, él se empeñaba en saberlas juntas y a la vez, pero es que son tan contradictorias entre ellas que no hay nada que les ayude a ser compatibles. Solo una sería la elegida y la mitad de las posibilidades se consolidaban en que pronunciara todo por lo que detesto de ti                                                                                                            Y boom confesé, por primera vez no me sentía con ganas de esconderme debajo de las sábanas, lo había dicho y no tendría miedos a nada porque al segundo me di cuenta de que no nos importamos o no ahora que siguen las llamas encendidas.

Tengo la sensación de que dentro de unos meses ocurrirá, pero de nuevo fuera de tiempo, pues no me quedarán opciones para elegirte y todo lo que hubo se habrá esfumado.

Y sí puede que sea una puta egoísta conmigo misma, puede que apenas le de oportunidad al resto del mundo cuando me empeño en que tu eres el elegido ahora; pero es algo imposible de trasformar. Aunque juro que me odio por ello.

Hablamos de llamas y cenizas, de fuego con calor y de calor jugado con fuego, de llamaradas cautivadoras y de quemaduras antes de la hora, de fuego perdido con cenizas todavía existentes.

Se prometen llamaradas inestables, unos más débiles que otros pues nadie pretende quemarse en el primer asalto de lucha, quemarse forma parte del tremendo sentimiento de fuego, quizás ni sentimientos y solo sensaciones fugaces en el momento. Igual tu juego consiste en quemar antes de la hora (pequeña parte que hace que razone de la opción que no elegiste), para intentar obviar-nos- de tu mundo. Permíteme explicarte que ya somos dos jugando al mismo juego, no a tal nivel pero quizás soy principiante y quiera ser igual que tu rara oscuridad.

Nos encanta el fuego, y jugar a ser (o no) lo que no somos y seremos es algo diferente difícil de explicarles. Pero, sigamos sin mentirnos ambos sabemos lo que es fuego y en qué lugar quedaron las cenizas existentes. Esa sensación de querer tenerles y no poder, viajo al pasado para escribir de mí y de lo que intuyo que tú también tienes en mente, oye que igual me equivoco y meto la pata, pero continuaré pensando que no.

Fíjate que escribo desde la ignorancia de ti y de la sabiduría de mí, seguimos sin saber como superar el perfecto pasado que tuvimos, ya nada es como antes, pero nos quedaremos para toda la vida como patos mareados pensando en aquella libertad que sentías acompañado de alguien. Y no es que quede algo o deje de quedar, es que por mucha pintura que le eches a tu corazón las capas que no quedaron secas siempre tenderán a revolver las siguientes que eches después, sabes que si en aquel cuarto, de nuevo, os quedáis solos reaparecerá la sensación de deseo y atracción, porque tu la deseas y yo le deseo pese a que nada de nuestro futuro esté escrito junto a ellos. Me estoy empezando a quemar pero de mi fugacidad.



Calor, juego con calor, ya que me limito a rechazar la realidad dejando que mi presente tambalee por un hilo de pequeña cordura incendiada de nuevo con las cenizas existentes. Y tomar decisiones antes de la hora me sobrepasa.

“Con lo fácil que es quemarse” – “Y lo difícil que es no evitarlo”

Y por supuesto, es facilísimo quemar o quemarse, a veces, quieres correr tan rápido de lo que deberías que terminas retando a la tentación de fuego, y difícil es porque nadie recurre a alguien para no querer nada de esa persona ya sea algo esporádico como un simple agarre de manos, y aunque es difícil no evitarlo, te encantaría poder evadir la sensación de ansiedad que te crea aquella persona pero te cuesta tanto no evitar esa sensación porque ansias que sea de esa forma y no pretendes que ocurra lo contrario. Quizás el mundo del revés pueda entender estas palabras, o igual tengo que ponerme a hacer el pino e intentar explicar -melo- mejor este juego de palabras.

A simple vista no le encuentro mucho sentido, luego empiezo a estrujarme un poco el cerebro y en mi mente empieza a cobrar sentido inexplicable, lo intenté pero me equivoqué pensando que tu o el resto pudiera entenderme, prometo que en mi interior tiene esa chispa que le falta de pasada cuando lo lees.

No me tomes por loca obsesiva simplemente al momento le doy importancia, escribo en papel y blog y luego se me pasa. Soy de las que terminan guardándolo todo en una cápsula de café dejando que la espuma ocupe la mayor parte de la taza.
FUENTE: Taiki_ha

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sin título

  Y entonces ese gélido hielo sigue sin deretirse y por primera vez en poco tiempo que comparto mi vida a su lado, noto como una presión en ...