lunes, 21 de septiembre de 2020

Para cuando lo leas, dime algo.

 Te dejo, nos dejamos. No sabemos ser personas, no sé vivir sin ti.

Comenzaré por quererme más de lo que te quiero a ti, miraré el día de la semana y entonces no me sentiré mal por no haber hecho bien las cosas.
Te quiero pero no me quiero, y quiero quererme sin quererte. Es el momento, son las pocas ganas pero es el instante perfecto.
Hemos hecho historia, vamos a contar historias.
Nadie nos quita lo bailado pero hoy le coloco el punto, pongo un punto; probablemente punto y seguido porque sigo viviendo sin ti. Quiero vivir sin ti, me quiero querer a mi.
No sé cuantas risas han caído, no sé cuantos besos nos dimos. Se que te deseo una buena vida; vuela muy alto, todavía tienes tiempo.
No olvides, yo no olvido, tampoco recuerdes yo también haré lo mismo...

domingo, 2 de agosto de 2020

Kilometros que parecen centimetros

Mientras me intento calmar en un sin fin de nervios, mientras siento recorrer el temblor por mi cuerpo cada vez que pronuncias esas palabras. Me dan asco y sentirlas de nuevo solo me llevan a ese pasado tan horroroso que provocaste con tus actos.
Y duele joder, duele que llames para recordarme lo mala hija que soy por no darte la razón, querido pariente, ya tengo casi 21 años, necesito que me trates como una adulta y no como la cría de 12 años a la que odiaste por ser testigo de un maltrato. De TU maltrato y querer compartirlo con el mundo.

Y sabes? Aunque los kilómetros nos separen, siempre logras atravesar mi pecho y haces que te sienta a mi lado con esas palabras tan absurdas y grotescas que salen de tu boca.

Ansío el día en el que logres comprender que yo no tengo nada que ver con el odio que llevas dentro.
Ansío poder hablar contigo sin pensar las cosas 4 veces solo porque sé que puedes herirme.
Ansío tener libertad de pensar como quiera y que no por ello me atormentes.

Nunca he dicho que ojalá no  me hubiera pasado nada de esto porque entonces, no sería lo que soy ahora. Y la verdad es que me encanto tanto que odiarme sería un pecado que no estoy dispuesta a cometer. Te odio a ti y a vuestro maldito encuentro quizás, jajaja...

Ojalá que algún día logres comprender lo que supone ser la sombra de tu vida, sombra que no dejas escapar y terminas atribuyéndome a mi, yo, M____ por llevar la misma sangre y ser mujer.

Espero que algún día logres ser feliz y dejar ser feliz a los demás sin volver al pasado.

martes, 9 de junio de 2020

SIN FOTO


Con esta van tres, dicen que a la tercera va la vencida. La verdad es que hacía un largo tiempo que no me pasaba por estas líneas redactadas, pese a la coronita que estamos teniendo y todas las emociones que he superado no he tenido la necesidad de quedarme vagando entre líneas.

Hoy es diferente, pensé que podía superar las cosas sin plasmarlo; hasta yo me sorprendí de no haber escrito nada.

Esta es la tercera vez, y en constancia es la segunda.

Noto como si algo me atormentara cada día que me levanto, yo supongo que son las expectativas tan altas que yo misma me cargo encima. Soy la culpable de no hacerme valer por lo que hago y no por lo que otros quieren.

Cada día que pasa noto la ausencia de un sentimiento, y cada puñetero día se vuelve más fuerte. Jamás había sentido nada de ganas para expresar algo a -ella-. No sé que ocurre en mi interior y la verdad es que me estoy llenando de temor, temor a sentir indiferencia a no querer saber nada de ella, ni siquiera escuchar su dulce voz.

Estar aquí se ha vuelto cada día insoportable, nunca cumplimos las expectativas que quiere, nada es suficiente porque mientras otras personas están deseando tener lo mismo que ella en algunos aspectos; solo se limita a exigir más pese al pequeño intento que ya estamos haciendo de dos días.

No entiendo en qué momento me perdí o la perdí, o probablemente nos hayamos perdido. Quizás haya sido el intento desesperado y arrebatado de decir las cosas tal y como pensaba, por no haber seguido esa línea recta que todo el mundo espera de mí.

Es una línea recta en la que supuestamente todo lo haces bien, te tienen de trofeo y siempre te andan presumiendo. Os aseguro que esa línea es muy tóxica porque cuando la pierdes y te desvías un poco todos lo notan, todos te juzgan y no te dan cabida a nada más. Quienes te alagan con ese trofeo piensan que te hacen feliz pero solo consiguen hacerte más infeliz cuando quieres desviarte un poquito más de la cuenta.

¿Quién no ha pensado alguna vez en tirarse por algún barranco? XD

La verdad es que me estoy quedando sin fuerzas de seguir, los estudios últimamente me dan muy igual aunque afirmaré una cosa… existen dos personitas en este planeta con las que si estoy feliz. Porque ya sabéis como va la vida, no puedes tenerlo todo a la vez. Nada es completo.



lunes, 6 de abril de 2020

Siento la ira recorrer en mi interior, lo tengo en el esófago incrustado. Lo noto en mi garganta y en mis cuerda vocales, las palabras solo salen cortantes e hirientes, solo puedo respirar con profundidad y aguantarme.
"No hables" me repetía una y otra vez para mis adentros. "Piensa 2 veces antes de hablar"
La presión que sentía al hacer chirriar mis dientes me hacía daño, pero creo que era un daño consolador.
Estoy quemándome, mi pecho solo está rojo de toda la ira acumulada, y mi respiración no es más que aire que entra y sale con fuerza. Noto como si quisiera llorar, lloro de enfado.
Creía que los lagrimales de mis ojos me iban a traicionar, que iban a salir las lágrimas.
Solo creía.
Y a pesar de esta sensación que me apuñala la entrañas, me siento débil, me siento sin fuerzas. Sin fuerzas para hablar, para discutir, para retarnos. Me niego a no tener fuerzas para decirte que te amo. Sin embargo, aquí me hayo, dispuesta a nada porque sí. Clavándome las uñas por tí.

domingo, 8 de marzo de 2020

"También tengo otra versión"


Cuando la noche cae y solo sientes vacíos, y cae porque lo deseaste durante todo el día. No tenía más ganas que meterme a la cama y quedarme dormida. Dormida y sin soñar, hoy no quiero soñar. Sin embargo, te das cuenta de que tu deseo ha sido el menos esperado y agraciado.
La noche es parte de la tristeza, hoy; esta mañana me entraban menos ganas de llorar que ahora. Hoy mientras os paseabais por la calle gritando y reivindicando a mi me temblaban las piernas y las manos.
No sé como decirle que me está destrozando por dentro, que me estoy quemando de dolor. Bueno sí, ya le escribí una carta.
Da igual que las cosas se terminen deshaciendo o haciendo, siempre llegamos al mismo punto intermedio y final. Quedándome vacía y sin aliento, con impotencia y dolor.
Os juro que desearme la muerte no ha sido uno de mis grandes deseos desde entonces. Porque a veces echo de menos a papá y a mamá juntos, ese momento en el que si discutes con uno el otro le intenta convencer o le dice que eres la mejor hija del mundo.
Eso, nosotros no lo tuvimos. ¿Hola? Me estoy quedando sin aliento, mis uñas comienzan a arañar más de lo habitual mis manos y mi cabeza no para de bombear pensamientos y sentimientos. No es lo que te dice, si no quien te lo dice.
Llaman a la gente cobarde por querer quitarse la vida, yo nunca les he dicho eso a ell@s. no podría si por mi mente también ha pasado aquella extraña sensación de dormir profundamente.
Estoy luchando por algo que jamás había planeado, me miro al espejo y suelo confundirme entre la niña buena y maura. Ella que quiere arrebatarse y tatuarse, marcarse, pintarse. Pero no.

Acabo de pedir auxilio levemente, ojalá alguien me escuche y sepa que camino tomé.
Judith Hernán.

domingo, 9 de febrero de 2020

Dorito

Lo sentí, el gélido frio se adentraba en mis huesos. Había conseguido que sus sentimientos más profundos y oscuros se apoderarán de él.
No podía, no lo conseguía, lo intenté; pero por primera vez en hacía ya tiempo el no se derretía.
No había luchadores, si no, dos simples tontos echándose las culpas, por supuesto uno más que otro.
Tensión, solo se palpaba tensión cuando todo parecía desmoronarse yo seguía siendo la terca. Y es que, aunque fui consciente en todo momento mi rabia y mi furor me comían por dentro, de tal forma que solo tu calma podía tranquilizarme. Pero no había, no quedaba ni una pizca de calma en tí, había hecho de ti una persona diferente que no sabía ni cómo resolver.
¿En qué me he convertido? Porque me he convertido en algo poco interesante y agraciado, y pienso volver a ser yo, a disfrutar de la vida, no debo ni quiero llevar todo en orden, quiero que por una vez en mi vida el desorden aparezca y estas ganas intensas de tenerlo todo bajo control desaparezcan.
No quiero convertirte a ti también, tuve miedo al sentirme vulnerable con mis propias palabras.
Cuando todo pasó, y la calma apareció, después de lo que ya había hecho, no me creía que eras tú de nuevo, con esos labios tiernos y esa mirada llena de desliz por mi. No me creía que nuestros morr/i/u reaparecían.
No debo, ni quiero ser yo quien pacte con el diablo. Tampoco quiero que lo seas tú, ojalá ser eternos en esta vida.
Esta mañana, abrí los ojos, y yo seguía dandole vueltas a todo. ¿Quién iba a creer que un ser tan increíble estuviera para todo? Ayer parecía un sueño, hoy también.
Solo quiero que pase el tiempo, que el tiempo me ponga en mi lugar y me deje mostrar todo lo que vales, porque vales la pena.
Porque te quiero, así como un dorito.


martes, 21 de enero de 2020

Pensar pesa pero a pesar de eso pienso.


Salto de página y no sé cómo empezar o si quiera si debería empezar. Sé que siento algo, pero no encuentro las palabras para expresártelo concretamente. Mi mente no para de reproducir las palabras que pronunciaste con tanto furor, admiración, belleza, esplendor de aquellos ojos grisáceos. Y es que ojalá hablaras de mi así con el mundo, ojalá tu voz se transformara en sintonía al hablar de mí. A veces, solo espero que alguien me admire tanto como yo he admirado a muchos de mi vida, siempre me idolatráis más de la cuenta.

Y es que en realidad no sé porque lloro, o porque estas ganas de no dormir me invaden, o porque escucho música triste para ponerme aún más triste, me empeño en pensar que tus palabras son todo mentira, me empeño en hacerme sentir pequeña. Nunca me entiendes cuando te explico, o porque estoy llorando exactamente, me acusas de no saber explicarme y solo consigo callarme.

No sé a que le tengo miedo exactamente, no sé ni porque me empeño en pensar que pienso cuando en realidad tengo la mente en blanco, solo siento, me siento mal y vacía, me siento pequeña y sin sintonía, no me maquillo ni me aliso el pelo, me vale cualquier sudadera que me quite el frio por las mañanas.

Mi madre dice que son las hormonas revueltas, que ya me viene la regla y es cierto, me suelo poner a llorar no sin sentido pero por cosas muy simples que parecen tonterías menos para mi.

“si tiene que ser será” “si es para ti volverá” “quiérete” “date una oportunidad” “aprende, siempre se aprende algo de las otras personas” “déjalo marchar” “todo pasa por algo, y si pasa se le saluda”

Cuando me miro al espejo y me veo, me vienen las inseguridades, en realidad estoy siendo muy egoísta porque él si me mira con ojos brillantes, él aprecia mis debilidades. Que estos mofletes se han sabido mantener en pie joder.

Supongo que lo extraño me da temor, y aún sigo esperando el día en el que escribir de ti no suponga una lagrima de mí.

Mañana, no sé si seré persona, no sé si verte me cause nostalgia o simplemente odio. Admito que he llegado a sentir tanto odio que tus caricias solo las repelaba.

Solo debo de creer en mí, en mis capacidades y en lo que puedo conseguir hacer, en lo que debo cambiar y en lo que debo mantener, y que sea yo la que pueda decir que lo di todo por ti y por mi.

Soy una persona que le da vueltas a todo, que no se puede quedar quieta por la vida, porque a todo le saco lo bueno y lo malo, le doy tres vueltas más y saco otro sentido. Me retuerzo tanto que no me llegan a comprender. Siempre vuelvo al punto de partida y siempre termino mirándote, sintiendo que no te puedo dejar ir.

Att: M

Igual la toxica soy yo y no queremos darnos cuenta.

Sin título

  Y entonces ese gélido hielo sigue sin deretirse y por primera vez en poco tiempo que comparto mi vida a su lado, noto como una presión en ...