Seattle.

Esa parte del día en el que terminas sintiendote plenamente llena, y no de felicidad si no por todo lo que has realizado ese día, y que cuando cumples todas las sensaciones pensadas terminas desahogando toda tu furia, todas tus energías. Quizás no al completo o como te hubiera gustado pero la sensación del después no es igual a la de hace unos días, semanas o meses.
Sin embargo, hay algo que no termina de quedarme claro, acabo de sentirme demasiado indiferente con todo, sensación que no esperaba para nada, en realidad tengo miedo, mucho miedo de ser la jodia'. La sensación de poder ser la nube loca que no deja de nublarse y hacer sentir oscuro e insignificante.
No quiero, pero es lo que sale, no me importó, no sentí nada más que -eso-. No me quiero obligar, igual soy injusta, pues no sé si tengo miedo al karma o si juego a doble filo.
Me engaño y no es lo que quiero, sí, me engaño porque cuando engañas, primero te engañas a tí mismo y luego al resto.
Ojalá poder saber con certeza que es lo que ocurrirá, aunque si lo deseo es porque lo quiero y si lo quiero me cargo toda la "magia" en realidad debería querer no saber nada y seguir jugando a la gallinita ciega, así a ciegas, que a medida que pasa el tiempo te vas acordando de que la vida es misterio, sabiduría e incertidumbre.
Y sí, te acuerdas, no lo recordabas porque de pequeño lo sabías, ya que lo único que te preocupaba eran las puntas de los colores que se te habían roto durante el día.

Si?

Dejémonos de chorradas, necesito que me comas la boca, tengamos en cuenta que cada quien va por su camino, que un revolcón no supone un compromiso.
Pero que si tengo que suspirarte al odio y decirte lo que siento lo hago, ojalá tenerte para cuando nos apeteciera, para cuando el morbo llamara a la puerta.
Igual no es lo más justo pero no, no me puedes dejar así como un tonto pensando en ti.
Mis ganas se revolucionan al mirarte, que te tengo en mis sueños profundos haciendo(te-me) lo que más nos gusta.
Oh dios, perdona si me salgo de la rayita, mis esquemas no limitan mi locura y mi boca no hace más que pedir -no- cordura.
No duele, provoca
No me provocas, me enloqueces no sé si de amor pero sí sé que de pasión.
Igual termino odiandote más por dejarme así, y por lo menos dejas de estar en mi.

Permiteme dudar entre tú línea de sinceridad y de maldad, no sé si tengo palabras para expresar esto, a lo mejor le estoy dando más vueltas al reloj de las que son, o perfectamente tú puedes estar ahí quieto y escondido detrás de un pequeño arbusto observando cada paso que recorro, analizándo si de verdad es lo que deseas.

De vez en cuando pienso que te da verguenza, luego miro hacia atrás y pienso que "¿Qué es lo que hago?", ¿Me habré vuelto loca? Igual sí, aunque he de decir que no tanto como antes, porque ahora dejo de imaginar y solo dibújo escenas de series, sí esas series que tanto me gustan, amo la continuidad en las cosas aunque tiendo a esquematizar demasiado, a separar entre un blanco y negro inexistente (como si de una puesta de lavadora se tratara comunmente, ya que, lo admíto, admito que yo pongo la lavadora mezclando entre mil y un colores, para qué hacer lo común?).

No soy de las que se emocionan por un "Hola" del chico más simpático de la clase.
Soy de las que se emociona mirando efectos especiales en distintas personas, aludiendo lo monótono y centrándome en lo diferente, joder, me has calado, acabas de llover en mi jardín de mentirijillas estúpidas y aburridas, acabo de empaparme de satisfacción, de todas tus palabras sin fines que pronuncias. Pero...espeeeeraa, ¿Que piensas que esto es una peli de ilusión y amor, que yo me estoy montando películas?
Oh no, no te confundas, ya mencioné que prefiero las series, algo recíproco que no se centre en una sola finalidad. Tenemos edad para no enamorarnos del primero que te roza la mano.
Ya me enamoré y qué mierda es eso de las supuestas cosquillas.

No soy un copo de nieve como el que llevo tatuado en la nuca, no, soy un bloquecito de hielo que se derrite como otro cualquiera igual con un extra de fortaleza y resistencia.
No sé en qué me inspiraste posiblemente sea las ganas de "volver a..." pero aqui estoy sentada, pasando un domingo más entre letras y estudios.
Att.Maura

Debo, pretendo y quiero...

Y si no se tiene en cuenta el deseo, ¿Donde queda la perversión?.
Quizas la vida sea tan cruel y poco entendible que las sensaciones no se eligen, se sienten.
Dentro de tí, de tu pequeña capsula de mundo.
No sé si logras entenderlo o si simplemente las ganas te entran porque sí, tenemos derecho a ponernos en duda sobre todo si es para aclarar pequeños desfases de...(algo).
Si yo siento mis emociones pero no las elijo ¿Cómo entiendo yo la pasión? Susurarme que significa sentir esto porque juro que no entiendo el más mínimo detalle, siento sin elegir, elijo sin sentir; me tapo los ojos y juego a la nada, quizás a ser nosotros sin ti.

Me consumo, como aquél cigarro que nunca quise y lo dejé a medias.
Quiero encontrarte, encontrarme.
O quizás solo quiera revolcarme, como una niña pequeña bajo un charco sin preocupaciones, sin tentaciones o ataduras.
Seré yo, simple y transparente, sosa y diferente.
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Me presento delante de aquella pantalla, finjo que no estoy sola, escribo un 'hola' luego borro y digo "Que coño es lo que hago".
Es gracioso pensar que te puede cambiar, que tú le puedes cambiar. No entiendo que significa tanta ignoracia a veces me pregunto sobre aquella farsa.
Tú a lo tuyo, yo a lo mio sería lo suyo. Mi orgullo estúpido no deja que te vayas de aqui, díme "¿Qué es lo que hago?"

Adiós ya no te quiero más, vete es lo que hemos anhelado hace rato.

Tengo la necesidad de sentir que un finde se pasa rápido, haces que mi vida vaya más lento, me retraso, te retrasas. Avanzo y no queda camino para más. Yo, conmigo; tú, solito.

No me quedan fuerzas para ni tan siquiera mirarte, a tí, a tus ojos rojizos anaranjados. ¿Dónde te perdiste? ¿Dónde me perdíste?
...
Reordenar todo.-