miércoles, 23 de marzo de 2016

Toma mi vida, te la dedico.

Hace meses que corrí a dejar que mandes en mi capacidad de sentir algo por alguien, la poseiste de una manera peculiar y en particular, ¿como pretender que ahora la destruyas sin más? Apenas sentía la sensación de amar hasta el momento en el que apareciste diciéndome que nada es eterno, y queriendome sin más. Dos vidas se cruzaron, y casi sin motivos ¿El amor acertó?  Ya no me secuestraba la soledad, estabas tu haciendo que mi vida enderezca en cada paso que daba, ¿fue casualidad? Quizás no lo logre explicar, pero fue aquel momento en el que todo empezó a cambiar, los días se hacían eternos, no quería que el amor me dejará inquieta, yo tan traviesa y confundible te robé un destello de amor, el destello que apenas intenté controlar.
No sabía que tal incontrolable situación marcaría la vida entera de mi dulce y simple corazón; pero lo hizo.
Lo hizo de tal forma que ahora esa parte de ti que dejaste que conquistará no deja de matarme de amor, me confunde y aveces me deteriora, me alegra y me ama. Es algo tan maravilloso, no sabría si todo lo que hago, o hacía valía tanto como lo vale tu conquistado corazón, me propongo tanto que no me dejo escapar de esas alas cortas que llevo encima desde entonces.
Luego llega el último caso de esta extraña conclusión, y esque después de cualquier cosa estoy dispuesta a asumir las consecuencias con sólo perdurar en tu deseable corazón. ¿Me encantará ese sentimiento? ¿Por qué me empeño en ganar esa desilusión?
Supongo que será por esa adoración tan terrible que la llevo clavada en mi interior.
«“¿Demasiado patético?”
»Sí, quizás para el parecer de muchos, pero es así como le amo, y ¿eso? JAMÁS lo podré cambiar.
«“Loca”
»Losé, loca de tanta pasión por dejar que me adore de tal forma.
«“Destructible según mi opinión”
»La destrucción no es mi solución, pero si lo que aveces me mantiene con vida.



martes, 22 de marzo de 2016

Blue.

Saber que después de el no hay más, que mi mundo se acaba cuando empieza el suyo, pensar que todo llegará a medida que el tiempo pasa y las cadenas que me atan a el son verdaderamente ilusiones. Sentir impotencia cuando el amor se desgasta, morir de envidia cuando otros se marchan, jugar a ser los más infelices del mundo notandose la felicidad que nos aguarda el día.
Notar el cosquilleo de mi interior, capaz de decirme lo semejante que puede llegar a ser el; tanto como mi vida, me hace ver cosas que no bastan.
'Luchabas por un beso, a quién se le ocurriría.'
Ni mis caricias ni besos lo cubren todo, me dejan al descubierto dejando que me muera de dolor por dentro cada vez que siento que pierdo al mismo tiempo dos de mis almas más inefables de esta jodida vida.
Sola, como el último pétalo de una rosa; acompañada como un campo de cactus acosada por la rabia, ¿Que más quiero?
Cumpliré mi meta hasta que la vida me deshaga, con el tiempo a mi favor, pero con horas que no son suficientes para encontrar todo lo que me merezco.
Porque algún día todo será tal y como yo imaginaba.

lunes, 14 de marzo de 2016

Ella.

¿Solemos tener miedo a la muerte?
No es algo que se pueda controlar, algunas veces sentimos que la necesitamos de alguna manera; solemos pensar que esa es la solución de todo aquello que nos rodea si no son más que problemas, algunas personas la toman como opción a las diferentes soluciones de esta vida tan cruel, pero es curioso, porque pienso que quien más dice que no teme a la muerte, es quien más se preocupa por no encontrarla. (Pero, ¿Somos nosotros los que la encontramos?)
No es fácil decir que vamos a morir, somos conscientes de ello, pero lo apartamos como algo sin importancia, como si nosotros mismos no quisiéramos dar uso a esa sabiduría tan inédita.
Retomando el principio; otras personas luchan por no saber nada de "ella", prefieren apartar el tema siendo lógica la idea de saber que la acecha sin remordimientos. Puede que se aparten de la verdad porque no son lo suficientemente verdaderos con la propia realidad, temen a no saber reaccionar a la vida como es debido, supongo que hay algo que las limita, pero no comprendo que es lo que puede ser.
Ella, es tan poderosa, como la vida de uno mismo, tan sabía como el hecho de que nos formamos en el vientre de nuestras madres, tan realista como la vida misma, y tan cruel como pensar que algún día ya ni existiremos donde estamos acostumbrados a vivir. Supongo que existiremos pero en algún lugar diferente, o quizás no, eso no lo se.
Una persona misma esta destinada a morir, conocemos a la muerte como la 'ley de vida' pero ahora bien; si analizamos la palabra ley la solemos asociar a alguna facción relacionada con el gobierno o el derecho, una ley es una norma o regla establecida por alguna autoridad. Pero pensándolo racionalmente ¿Quien es la autoridad? ¿es que algo o alguien nos impone dicha normal? En ese caso, ¿quien lo determina con exactitud?
Quizás son preguntas poco evidentes, puesto que una vez que alcanzas la muerte no puedes volver de nuevo.

martes, 8 de marzo de 2016

Libros que coleccionar.

Y volví a sentirme como la pequeña de hace unos años, la pequeña a la que tanto detestaba.
El frío de una estremecedora desilusión hizo que pudiera recordar todo aquello por lo que había luchado tanto por olvidar. Aquel sonido tan molesto, tan grande hizo que mis pensamientos volvieran a un punto en concreto, no se como ni cuando; pero para cuando me di cuenta ya mi cuerpo estaba invadido por los retrocesos de mi mente.
Apenas podía contemplar tal destreza para llegar al lugar en concreto, pero sin embargo no pude evitar un alivio cuando conseguía desorientarme.
Había pasado mucho tiempo desde aquel entonces, todo era diferente, el cambio que simbolizó mi vida logro conectar de nuevo en mi interior, y de tan perfecto estado; (no había cambiado, y de eso estaba completamente segura.)
Y mientras mi espalda se mantenía como el hielo y mis piernas como el agua, 'yo' intentaba salir de ese espacio tan irreemplazable, porque las palabras parecían la nieve que caía por sorpresa por mi rostro, o mi voz que tan temblando estaba por todo aquel cálido y no glorioso frío. Y es que todo ello te crea la impotencia que nunca pensaste que la sentirías por enésima vez, la locura era la causante de todo, ella tenía la culpa (o así acabo de pensarlo)
«… …»
Pero es que la culpa la tiene quien tenga la libertad de poseer sabiduría, y eso es lo que me confunde hasta ahora.

Sin título

  Y entonces ese gélido hielo sigue sin deretirse y por primera vez en poco tiempo que comparto mi vida a su lado, noto como una presión en ...