lunes, 6 de abril de 2020

Siento la ira recorrer en mi interior, lo tengo en el esófago incrustado. Lo noto en mi garganta y en mis cuerda vocales, las palabras solo salen cortantes e hirientes, solo puedo respirar con profundidad y aguantarme.
"No hables" me repetía una y otra vez para mis adentros. "Piensa 2 veces antes de hablar"
La presión que sentía al hacer chirriar mis dientes me hacía daño, pero creo que era un daño consolador.
Estoy quemándome, mi pecho solo está rojo de toda la ira acumulada, y mi respiración no es más que aire que entra y sale con fuerza. Noto como si quisiera llorar, lloro de enfado.
Creía que los lagrimales de mis ojos me iban a traicionar, que iban a salir las lágrimas.
Solo creía.
Y a pesar de esta sensación que me apuñala la entrañas, me siento débil, me siento sin fuerzas. Sin fuerzas para hablar, para discutir, para retarnos. Me niego a no tener fuerzas para decirte que te amo. Sin embargo, aquí me hayo, dispuesta a nada porque sí. Clavándome las uñas por tí.

Sin título

  Y entonces ese gélido hielo sigue sin deretirse y por primera vez en poco tiempo que comparto mi vida a su lado, noto como una presión en ...