lunes, 18 de marzo de 2019

Malditas ganas


Yo, que me sentía sexy ante esa belleza, ante aquel pragmático hombre. Que hacía de mis pensamientos y pensamientos. Yo, que terminé odiando lo que más me adormecía.
Que se nos queden las sábanas recordándonos no es lo más acordado para mis sueños, que mi nariz se impregne de olores cálidos y sabrosos era lo último que deseaba, y eso que ganarte la partida estaba más que hecho.
Pero no, excepto mi mano, posada en tu pecho era todo lo que contenía aquel momento. De pie, haciéndonos el amor ante el espejo, mirándonos a los ojos, viéndonos. Nuestros sexos contenían ganas y yo, retorciendo mis gemidos, arañando la pared, callaba.
Todo el mundo sabe a donde voy, pero quizás tu no, hoy no. Loca por recordarte los besos, hoy ya se esfumó, y tu olor sucio en mi interior, me atrapa, como si se escuchara mi agonía.  Te quedaste a mi vera durmiendo, callado y en silencio, cierra los ojos y termina imaginando todo lo que no ves, ojala yo pudiera..
Pero mírame, sin romper mi ascensor mi cama resguarda tanta historia, que ya no espero que entiendas nada de lo que te susurré, me convertí y aprendí de las una y millón de veces que nos perdimos.                                                                                                                                                   Me terminé desnudando en la intimidad, me completé de cariño y yo que sé, él me encantó.



Sin título

  Y entonces ese gélido hielo sigue sin deretirse y por primera vez en poco tiempo que comparto mi vida a su lado, noto como una presión en ...