lunes, 26 de diciembre de 2016

Aroma.

Un día alguien importante en mi vida me dijo que si yo querría su camiseta para no olvidarle; recuerdo que las únicas palabras que salían de mi interior fue negando que no quería aquella camiseta.
Pero...
Joder que sí quería la camiseta; lo quería ahora más que nunca, quería tener ese gran vicio mañanero que hace que mi sonrisa deslumbre, que dé esa bocanada de aire para seguir hacia delante, quería sentir como si fuese él quien estaba a mi vera, chocando su dulce aroma con mi nariz haciendo que fascine con ese agradable olor, tenía tantas ganas de él que inconscientemente me acerqué para que me llegará esa dulce sensación.
Y...
Entonces, fue en ese momento que recordar como sería el despertar teniendo su respiración en mi pecho, absorbiendo cada detalle de sus gestos eso me dejó en un mundo paralelo a este -me quedé ahí-, pérdida en un mundo lleno de fugacidad sin saber que camino tomar, sin tener idea de lo que sería mejor o peor -y creedme si os digo-, que hoy sigo sin saber donde estoy; que por más que intento abrir los ojos y situarme en un punto fijo de este mapa solo consigo ver pequeños destellos guardados en mis sueños y la verdad esque no me quejo, me siento tranquila aunque sólo sean sueños los que me acompañen. Ahora mismo tengo esa percepción de estar aquí y allí; allí y aquí al mismo tiempo sin saber lo que quiero, ya que si elijo, no elijo ninguna de las dos cosas, pero tampoco me quedo con ambas-¿Qué contradictorio verdad?-
Y todo ello mientras mi corazón se descomponia a pedazos teniendo la necesidad de abrazarte.

Sin título

  Y entonces ese gélido hielo sigue sin deretirse y por primera vez en poco tiempo que comparto mi vida a su lado, noto como una presión en ...